Escaldada, dolida, trozada y extraviada. Esta era yo. MI rostro sonreía pero mi alma sucumbía y solo tú lo descifraste. De unas fotos vulgares. Escuchaste mi esencia y lo errada que estaba. Me defendiste de mi misma y me ilustraste la valía del amor. Gracias a ti, mi vida cambió de color. Colmaste de luz las sombras de mi clausura. Dejando atrás la inocencia e ironía de aquellos años. Llegaste a mi vida, borrando para siempre mi dolor.
Tras de mí una escena y diez mil frases que repetir,
ya ves, lo que es no es.
Yo no voy a contar lo mejor,
a ocultar lo peor, me pongo el mejor chaqué.
No digo lo que digo, hago lo que no hago,
al revés, al revés, porque ser valiente no es sólo cuestión de suerte.
A veces no soy yo,
busco un disfraz mejor, bailando hasta el apagón.
¡Disculpad mi osadía!
Tú también tienes que ver que nunca tengo mi papel.
Nube gris, riega todo el jardín, todo el jardín,
todas las flores que no probé.
No olvido los sueños, vuelvo a lo que no acabó,
no perdí, no perdí, porque ser valiente no es sólo cuestión de verte.
A veces no soy yo,
busco un disfraz mejor, bailando hasta el apagón.
¡Disculpad mi osadía!
Pensad que ya no estoy,
que el eco no es mi voz, mejor aplaude y vámonos.
¡Qué termine esta función!
Tras de mí una escena y diez mil frases que repetir,
ya ves, lo que es no es.
A veces no soy yo,
busco un disfraz mejor, bailando hasta el apagón.
¡Disculpad mi osadía!
Pensad que ya no estoy,
que el eco no es mi voz, mejor aplaude y vámonos.